National Heart, Lung and Blood Institute/EE.UU.
El insomnio es un trastorno común del sueño. Las personas que lo sufren tienen dificultades para quedarse dormidas, para continuar durmiendo o para hacer ambas cosas.
A consecuencia de esto, duermen muy poco o muy mal. Y es frecuente que al despertar no se sientan descansadas.
REVISIÓN GENERAL
El insomnio puede ser agudo (de corta duración) o crónico (constante). El insomnio agudo es común y a menudo se debe a situaciones como estrés en el trabajo, presiones en la familia o situaciones traumáticas. Dura días o semanas.
El insomnio crónico dura un mes o más. La mayoría de los casos de insomnio crónico son secundarios. Eso significa que el insomnio es un síntoma o efecto secundario de algún otro problema. Ciertos problemas de salud, algunas medicinas, los trastornos del sueño y otras sustancias pueden causar insomnio secundario.
En cambio, el insomnio primario no se debe a problemas médicos, medicinas u otras sustancias, sino que es un trastorno independiente y su causa no se conoce bien. Varias circunstancias de la vida pueden provocar insomnio primario, entre ellas el estrés prolongado y las alteraciones del estado emocional.
El insomnio puede causar sueño excesivo y falta de energía durante el día. También puede hacer que la persona se sienta angustiada, deprimida o irritable. Puede ser difícil concentrarse en las tareas, prestar atención, aprender y acordarse de cosas. Estos problemas pueden impedirle el desempeño óptimo en el trabajo o los estudios.
El insomnio también puede causar otros problemas graves. Por ejemplo, una persona que sufre de insomnio puede sentir somnolencia al conducir y esto puede causar un accidente.
El tratamiento de la causa de fondo del insomnio secundario puede resolver o mejorar el problema de sueño, especialmente si este se corrige al poco tiempo de haber comenzado. Por ejemplo, si la cafeína le causa insomnio, es posible que al suspender o limitar el consumo de cafeína desaparezca el insomnio.
Los cambios en el estilo de vida, entre ellos mejores hábitos de sueño, a menudo contribuyen a aliviar el insomnio agudo. Si sufre insomnio crónico, su médico puede recetarle medicinas o recomendarle un tipo de consejería llamado terapia cognitiva conductual.
CAUSAS
1. Insomnio secundario
El insomnio secundario es un síntoma o efecto secundario de otro problema. A menudo este tipo de insomnio es un síntoma de un trastorno emocional o neurológico, o de otro trastorno médico o trastorno del sueño.
Entre los trastornos emocionales que pueden causar insomnio están la depresión, la ansiedad y el trastorno por estrés postraumático. Las enfermedades de Alzheimer y de Parkinson son ejemplos de trastornos neurológicos comunes que pueden causar insomnio.
Muchos otros trastornos o factores también pueden causar insomnio, entre ellos:
- Los que causan dolor crónico (constante), como la artritis y los trastornos que se manifiestan con dolores de cabeza
- Los que producen dificultad para respirar, como el asma y la insuficiencia cardíaca
- Una tiroides demasiado activa
- Los trastornos gastrointestinales, como la acidez estomacal
- Los accidentes cerebrovasculares
- Los trastornos del sueño, como el síndrome de las piernas inquietas, y los problemas respiratorios que tienen relación con el sueño
- La menopausia y los sofocos
El insomnio secundario también puede ser un efecto secundario de algunas medicinas. Por ejemplo, ciertas medicinas para el asma, como la teofilina, y algunas medicinas para las alergias y el resfriado pueden causar insomnio. Los betabloqueantes también pueden causar insomnio. Estas medicinas se usan para el tratamiento de problemas del corazón.
Algunas sustancias de uso común también pueden causar insomnio, por ejemplo, la cafeína y otros estimulantes, el tabaco y otros productos que contienen nicotina, y el alcohol y otros sedantes.
2. Insomnio primario
El insomnio primario no es un síntoma ni un efecto secundario de otro problema médico. Es un trastorno independiente y su causa no se conoce bien. El insomnio primario generalmente dura por lo menos un mes.
Muchas situaciones de la vida pueden provocar insomnio primario. El insomnio puede deberse a un estrés importante o prolongado, o a alteraciones del estado emocional. Los viajes o algunos otros factores, como los horarios de trabajo que alteran las costumbres de sueño, también pueden provocar insomnio primario.
Aunque estos asuntos se resuelvan, es posible que el insomnio no desaparezca. Los problemas de sueño pueden persistir a causa de los hábitos que se hayan adquirido para lidiar con la falta de sueño. Estos hábitos pueden ser, entre otros, tomar siestas, preocuparse por el sueño y acostarse temprano.
Los investigadores siguen tratando de investigar si algunas personas nacen con un riesgo mayor de sufrir insomnio primario que otras.
FACTORES DE RIESGO
El insomnio es un trastorno común. Afecta a las mujeres con más frecuencia que a los hombres. Se puede presentar a cualquier edad, pero los adultos de más edad tienen más probabilidades de sufrir insomnio que las personas más jóvenes.
Entre quienes podrían correr más riesgo de sufrir insomnio están:
- Las personas que tienen mucho estrés
- Las que están deprimidas o tienen otras tensiones emocionales, como el divorcio o la muerte del cónyuge
- Las de bajos ingresos
- Las que trabajan de noche o tienen frecuentes cambios radicales del horario de trabajo
- Las que viajan largas distancias y se enfrentan a cambios de hora
- Las que tienen ciertos problemas de salud o trastornos que pueden alterar el sueño. Consulte el apartado CAUSAS.
- Las que tienen un estilo de vida sedentario
Los afroamericanos jóvenes y de edad madura también podrían correr un mayor riesgo de sufrir insomnio. Las investigaciones muestran que, en comparación con los estadounidenses de raza blanca, los afroamericanos se demoran más en quedarse dormidos. Además, tienen el sueño más ligero, no duermen tan bien y toman más siestas. Los problemas respiratorios que se relacionan con el sueño también son más frecuentes entre los afroamericanos.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
El principal síntoma del insomnio es la dificultad para quedarse dormido o para seguir durmiendo. El resultado es falta de sueño. Si usted sufre de insomnio, es posible que le suceda lo siguiente:
- Que pase mucho tiempo acostado antes de poder dormirse
- Que duerma solamente ratos cortos
- Que pase despierto gran parte de la noche
- Que sienta como si no hubiera dormido nada
- Que se despierte demasiado temprano
La falta de sueño puede causar otros síntomas. Usted puede despertarse cansado o como si no hubiera descansado bien, y puede sentirse cansado durante el día. También puede tener dificultad para concentrarse en sus tareas. El insomnio puede hacer que se sienta angustiado, deprimido o irritable.
El insomnio también puede afectar sus actividades diarias y causar problemas graves. Por ejemplo, puede sentirse somnoliento al conducir. La somnolencia del conductor (que no tenga que ver con el consumo de alcohol) es responsable de casi el 20 por ciento de todas las lesiones graves causadas por accidentes automovilísticos. Las investigaciones también demuestran que en las mujeres de edad avanzada el insomnio aumenta el riesgo de sufrir caídas.
Si el insomnio está afectando sus actividades diarias, hable con el médico. El tratamiento puede servir para evitar los síntomas y problemas relacionados con el trastorno. Además, el hecho de dormir mal puede indicar otros problemas de salud. Hallar y tratar estos problemas podría mejorarle la salud y el sueño en general.
DIAGNÓSTICO
Probablemente el médico le diagnostique el insomnio con base en los antecedentes médicos y de sueño, y en el examen médico. Es posible que también recomiende un estudio del sueño. Por ejemplo, usted tal vez tenga que hacerse un estudio del sueño si la causa del insomnio no está clara.
1. Historia clínica
Para averiguar la causa del insomnio el médico puede preguntarle si:
- Tiene algún problema nuevo o constante de salud.
- Tiene lesiones o problemas de salud dolorosos, como la artritis.
- Toma medicinas, ya sea recetadas o de venta libre.
- Tiene síntomas o antecedentes de depresión, ansiedad o psicosis.
- Está pasando por situaciones muy estresantes, como un divorcio o la muerte de alguien.
El médico puede también hacerle preguntas sobre sus hábitos en el trabajo y el tiempo libre. Por ejemplo, puede preguntarle sobre sus costumbres en cuanto al trabajo y el ejercicio; sobre el uso de tabaco y el consumo de cafeína y alcohol; y sobre los viajes en que recorra largas distancias. Sus respuestas pueden contener pistas sobre lo que está causando el insomnio.
El médico puede preguntarle si tiene problemas nuevos o constantes en el trabajo o en su vida personal, o si hay otros motivos de estrés en su vida. También puede preguntarle si tiene otros familiares con problemas del sueño.
2. Antecedentes de sueño
Para tener una mejor idea de su problema de sueño, el médico le preguntará detalles de sus hábitos de sueño. Antes de la consulta piense en cómo describir sus problemas, por ejemplo:
- ¿Con qué frecuencia le cuesta trabajo quedarse dormido y durante cuánto tiempo ha tenido ese problema?
- ¿A qué hora se acuesta y se levanta entre semana y en sus días libres?
- ¿Cuánto se demora en dormirse, con qué frecuencia se despierta por la noche y cuánto se demora en volver a quedarse dormido?
- ¿Ronca fuertemente y a menudo o se despierta jadeando o con sensación de que le falta el aliento?
- ¿Qué tan descansado se siente al despertar y qué tan cansado se siente durante el día?
- ¿Con qué frecuencia se queda dormido o le cuesta trabajo permanecer despierto durante sus tareas habituales, especialmente cuando está conduciendo?
Para averiguar qué le causa o le agrava el insomnio, el médico puede preguntarle:
- Si se preocupa por cómo quedarse dormido, cómo seguir durmiendo o cómo dormir lo suficiente
- Qué come o bebe, y si toma medicinas antes de acostarse
- Qué costumbres tiene antes de acostarse
- Qué tanto ruido, luz y temperatura hay en el lugar en que duerme
- Qué distracciones (por ejemplo, un televisor o una computadora) tiene en la alcoba
Para ayudarle al médico, piense en la posibilidad de llevar un diario de sueño durante 1 o 2 semanas. Escriba a qué hora se acuesta, se despierta y duerme siestas. (Por ejemplo, podría escribir en el diario: me acosté a las 10 p.m.; me desperté a las 3 a.m. y no pude volver a dormir; dormí una siesta de 2 horas después del trabajo).
Escriba además cuánto duerme cada noche y qué tan somnoliento se siente durante todo el día.
En la página Web «Your Guide to Healthy Sleep» del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre encontrará un ejemplo de diario de sueño (disponible en inglés solamente).
3.Examen médico
El médico le hará un examen para descartar otros problemas de salud que podrían causar insomnio. Es posible que necesite además pruebas de sangre para investigar problemas de la tiroides y otras afecciones que pueden causar alteraciones del sueño.
4. Estudio del sueño
El médico puede recomendarle un estudio del sueño llamado polisomnografía si cree que un trastorno del sueño es la causa de fondo del insomnio.
Para hacerse esta prueba, probablemente tenga que pasar la noche en un centro especializado en el estudio del sueño. La polisomnografía registra la actividad eléctrica del cerebro, los movimientos de los ojos, la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
También registra la cantidad de oxígeno que hay en la sangre, la cantidad de aire que pasa por la nariz, los ronquidos y los movimientos del pecho. Los movimientos del pecho muestran si usted está haciendo un esfuerzo para respirar.
TRATAMIENTO
A menudo los cambios en el estilo de vida pueden contribuir a aliviar el insomnio agudo (insomnio de corta duración). Estos cambios pueden hacer que sea más fácil quedarse dormido y seguir durmiendo.
Un tipo de consejería que se llama terapia cognitiva conductual puede servir para aliviar la ansiedad que se asocia con el insomnio crónico (insomnio constante). La ansiedad tiende a prolongar el insomnio.
Varias medicinas pueden también contribuir a aliviar el insomnio y restablecer un horario uniforme de sueño. Sin embargo, si el insomnio es un síntoma o efecto secundario de otro problema, es importante tratar la causa de fondo, si esto es posible.
1. Cambios en el estilo de vida
Si usted sufre de insomnio, evite las sustancias que lo empeoran, como:
- Cafeína, tabaco y otros estimulantes. Los efectos de estas sustancias pueden durar hasta 8 horas.
- Ciertas medicinas recetadas y de venta libre que pueden alterar el sueño (por ejemplo, algunas medicinas para los resfriados y las alergias). Pregúntele al médico qué medicinas no le afectarán el sueño.
- Alcohol. Un trago antes de acostarse podría ayudarlo a quedarse dormido con más facilidad. Sin embargo, el alcohol provoca un sueño que tiende a ser más ligero que lo normal. Entonces habrá más probabilidades de que usted se despierte durante la noche.
Trate de adoptar hábitos para la hora de acostarse que le faciliten quedarse dormido y dormir sin interrupciones. Acostúmbrese a hacer cosas que lo calmen y relajen antes de acostarse. Por ejemplo, lea un libro, oiga música suave o dese un baño caliente.
Trate de programar el ejercicio diario para 5 o 6 horas antes de la hora de acostarse. No coma comidas pesadas ni tome muchos líquidos antes de acostarse.
Asegúrese de tener en la alcoba el ambiente adecuado para dormir bien. Evite las luces intensas cuando esté tratando de relajarse. Trate de limitar las posibles distracciones, como la televisión, la computadora o las mascotas. Fíjese en que la temperatura de la alcoba sea fresca y cómoda. Además, la alcoba debe ser oscura y silenciosa.
Váyase a la cama aproximadamente a la misma hora todas las noches y despiértese a la misma hora por las mañanas, incluso en los fines de semana. Si puede, evite los turnos de noche, los horarios alternos y otras cosas que puedan alterarle el horario de sueño.
2. Terapia cognitiva conductual
La terapia cognitiva conductual para el insomnio se centra en las ideas y las acciones que pueden alterar el sueño. Esta terapia fomenta los buenos hábitos de sueño y usa varios métodos para aliviar la ansiedad que generan los problemas de sueño.
Por ejemplo, las técnicas de relajación y la biorretroalimentación (o bioautorregulación) se usan para disminuir la ansiedad. Estas estrategias le ayudan a controlar mejor la respiración, la frecuencia cardíaca, los músculos y el estado de ánimo.
La terapia cognitiva conductual también tiene el objeto de reemplazar la ansiedad que generan los problemas de sueño por una forma de pensar más positiva que vincula el hecho de estar en la cama con estar dormido. Este método también le enseña qué hacer si no puede quedarse dormido en un tiempo razonable.
La terapia cognitiva conductual puede consistir en hablar con un terapeuta individualmente o en sesiones de grupo para que le ayude a analizar sus ideas y sentimientos acerca del sueño. Este método puede animarlo a describir las ideas que se le pasan por la mente rápidamente en términos de cómo se ven, cómo se sienten y cómo suenan. El objetivo es calmar y sosegar la mente.
La terapia cognitiva conductual también se centra en limitar el tiempo que usted pasa desvelado en la cama. En este método se fija un horario de sueño. Al principio usted limitará el tiempo total que pasa en la cama al típico tiempo corto en que duerme normalmente.
Este horario podría hacer que se sienta aún más cansado porque parte del tiempo que se destine para estar en cama se consumirá en los problemas que tiene para quedarse dormido. Sin embargo, se pretende que el cansancio resultante le ayude a quedarse dormido más rápidamente. Con el tiempo, la cantidad de tiempo que usted pasa en la cama aumentará hasta que logre dormir toda la noche.
Para que la terapia cognitiva conductual tenga éxito es necesario acudir a un terapeuta experto todas las semanas durante 2 o 3 meses. La terapia cognitiva conductual funciona tan bien como las medicinas recetadas en algunas personas que tienen insomnio crónico. También puede proporcionar un mejor alivio a largo plazo que las medicinas solas.
En las personas con insomnio y depresión mayor, la terapia cognitiva conductual combinada con antidepresivos ha mostrado resultados prometedores en el alivio de ambos problemas.
3. Medicación
a. Medicamentos con receta
Para el tratamiento del insomnio se usan muchas medicinas recetadas. Algunas de ellas se deben usar por un tiempo corto, mientras que otras se usan por un tiempo más largo.
Pregúntele al médico cuáles son los beneficios y los efectos secundarios de las medicinas para el insomnio. Por ejemplo, las medicinas para el insomnio pueden servir para quedarse dormido, pero usted puede sentirse aturdido la mañana siguiente a haberlas tomado.
Comer dormido, caminar dormido o conducir dormido son efectos secundarios poco comunes de estas medicinas. Si usted presenta efectos secundarios por una medicina para el insomnio o si la medicina no funciona bien, consulte con el médico. Tal vez éste le recete una medicina diferente.
Algunas medicinas para el insomnio pueden causar dependencia. Pregúntele al médico cuáles son los beneficios y los efectos secundarios de las medicinas para el insomnio.
b. Productos de venta libre
Se dice que algunos productos de venta libre sirven para tratar el insomnio. Entre ellos se cuentan la melatonina, los suplementos con L-triptófano y el té o los extractos de valeriana.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) no regula los productos «naturales» ni algunos suplementos alimenticios. Por esa razón, la dosis y la pureza de estas sustancias pueden variar. No se sabe exactamente qué tal funcionan estos productos ni cuán inofensivos son.
Algunos productos de venta libre que contienen antihistamínicos se venden como sustancias que facilitan el sueño. Aunque estos productos pueden provocarle sueño, consulte con el médico antes de tomarlos.
Los antihistamínicos son peligrosos para algunas personas. Además, es posible que estos productos no sean el mejor tratamiento para el insomnio. El médico puede decirle si estos productos de venta libre le servirán a usted.