Archivado en ‘Mente’

Trastorno bipolar o maníaco-depresivo

Es una afección en la cual las personas alternan entre períodos de un estado de ánimo muy bueno o irritable y depresión. Las «fluctuaciones en el estado de ánimo» entre manía y depresión pueden ser muy rápidas.

Causas

El trastorno bipolar afecta por igual a hombres y mujeres, y generalmente comienza entre los 15 y 25 años. La causa exacta se desconoce, pero se presenta con mayor frecuencia en parientes de personas que padecen dicho trastorno. (más…)

Depresión menor o distimia

Es un tipo crónico de depresión en el cual los estados de ánimo de una persona están regularmente bajos. Sin embargo, los síntomas no son tan graves como con la depresión mayor.

Causas, incidencia y factores de riesgo

Se desconoce la causa exacta de la distimia. Tiende a ser hereditaria. Ocurre con más frecuencia en mujeres que en hombres y afecta hasta un 5% de la población en general.

Muchas personas con distimia tienen un problema de salud crónico u otro trastorno de salud mental como ansiedad, alcoholismo o drogadicción. Aproximadamente la mitad de las personas con distimia tendrán un episodio de depresión mayor en algún momento de sus vidas. (más…)

Depresión mayor o severa

La depresión severa es una seria enfermedad cuyos síntomas incluyen humor deprimido, disminución en el nivel de energía y en el interés por la vida, molestias físicas, cambios en los patrones de alimentación y sueño, y pensamiento y movimientos ya sea lentos o agitados.

La depresión severa no es una tristeza pasajera. Si no se obtiene tratamiento, los síntomas pueden durar semanas, meses o años, sin embargo, un tratamiento adecuado puede ayudar a la mayoría de las personas que sufren de depresión.

La depresión severa es una enfermedad seria que afecta anualmente a 9.9 millones de adultos en Estados Unidos, el equivalente a aproximadamente el 5% de la población. La depresión severa causa más casos de incapacidad en Estados Unidos que cualquier otra enfermedad. Comparado con el número de casos anuales de trastornos depresivos que se presentan en los hombres (3.2 millones), más del doble (6.7 millones) se presentan en mujeres. (más…)

Seis mitos sobre el estrés

Hay seis mitos en torno al estrés. Descartarlos nos permite entender nuestros problemas y luego tomar acciones para contrarrestarlos. Analicemos estos mitos.

Mito 1: El estrés es igual para todos.

Totalmente equivocado. El estrés es diferente para cada uno de nosotros. Lo que es estresante para una persona puede o no ser estresante para otra; cada uno de nosotros responde al estrés en forma totalmente diferente.

Mito 2: El estrés siempre es malo para usted.

Según este punto de vista, cero estrés nos hace sentir felices y sanos; pero este concepto es equívoco. El estrés es para la condición humana lo que la tensión es para la cuerda del violín: muy poca tensión y el sonido es apagado y desafinado; demasiada tensión y el sonido es estridente o la cuerda se rompe. El estrés puede ser el beso de la muerte o la sal de la vida. La cuestión reside realmente en cómo manejarlo. El estrés bien manejado nos hace sentir productivos y felices; el estrés mal manejado nos perjudica e incluso nos mata. (más…)

Estrés y ansiedad

El estrés puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o ansioso.

La ansiedad es un sentimiento de miedo, desasosiego y preocupación. La fuente de estos síntomas no siempre se conoce.

Consideraciones y síntomas

El estrés es una sensación normal que, en bajas dosis, puede ayudarlo a uno a hacer las cosas. El estrés no afecta a todo mundo de la misma manera.

Muchas personas sienten síntomas de estrés en el cuerpo. Usted puede experimentar dolor abdominal, dolores de cabeza y dolor o tensión muscular. (más…)

Fármacos de paz

«La adormidera, desde siempre símbolo del sueño y el olvido, tiene además la propiedad de estirar el tiempo casi hasta el infinito; no el tiempo de los relojes, sino el que es enteramente posesión del hombre, a la vez presente y ausente. Es el mayor de los lujos: tener un tiempo propio.» E. Jünger, Acercamientos.

* * * * * *

Los padecimientos tienen mil orígenes e intensidades. Pueden ser un leve dolor de cabeza constante y un cólico nefrítico agudo, cuando no la pérdida de alguien muy querido, un descontento consigo mismo, el trauma de sufrir una intervención quirúrgica o la premonición de una muerte próxima. Sería ridículo hacer frente a distintas fuentes e intensidades de padecimiento con los mismos recursos, y por eso los humanos han ido inventando remedios adaptados a cada condición.

MIENTRAS NO PODAMOS PONER REMEDIO A LOS DOLORES Y SUFRIMIENTOS INSOPORTABLES, LOS NARCÓTICOS NOS PERMITEN RECOBRAR FUERZAS AL MANTENERNOS ADORMECIDOS O SEDADOS

La diferencia antes apuntada entre dolor y sufrimiento (duele más un martillazo en la yema de un dedo que su amputación de un hachazo, aunque cause incomparablemente menos sufrimiento) no significa tampoco que sean cosas unívocas o monolíticas. Si me está torturando una muela empleo un analgésico hasta acudir al dentista, y si él extrae la pieza en cuestión no emplea ese analgésico sino otro muy distinto, que se denomina analgésico local, pues el dolor que provoca la infección no es comparable al que provoca la extracción.

Para empezar, ciertos dolores y sufrimientos vienen de dentro, mientras otros vienen claramente de fuera; los hay crónicos y ocasionales, soportables con algo de entereza y absolutamente insoportables, morales y orgánicos, vergonzosos y dignos, previsibles e imprevisibles. (más…)

El problema de nuestro tiempo

«El alma es el problema de nuestro tiempo. Lo psicológico ha adquirido un poder de atracción verdaderamente asombroso. Eso explica la sorprendente difusión mundial del llamado psicoanálisis, sólo comparable al éxito de la Ciencia Cristiana, la teosofía o la antroposofía; y no sólo por el éxito, sino también por su esencia, ya que el dogmatismo de Freud está en el fondo muy próximo al carácter de convicción religiosa de la Ciencia Cristiana y la antroposofía. Como grandes sistemas de salvación, las religiones son una curación para los padecimientos del alma. Las neurosis y enfermedades similares se originan sin excepción en complicaciones anímicas. Los incontables elementos patológicos de la población constituyen uno de los factores más poderosos de la tendencia psicológica de nuestro tiempo. También hay personas serias e inquietas, lo bastante sensatas como para estar suficientemente convencidas de que el alma que cada cual lleva consigo en el lugar originario de toda aflicción anímica y, al mismo tiempo, la cuna natal de toda verdad salvadora anunciada alguna vez como buena noticia al hombre sufriente. Del alma, que nos procura los conflictos más disparatados, esperamos también la solución, por lo menos una contestación válida al «¿por qué?» que ciegamente nos aflige.»

* * * * * *

Probablemente sea aún totalmente imposible bosquejar hoy un cuadro general y, por lo tanto, auténtico, de aquello que comúnmente circula con el muy calumniado nombre de «psicoanálisis». El profano entiende usualmente por «psicoanálisis», una descomposición médica del alma con objeto de descubrir causas y conexiones ocultas, pero esto sólo afecta a una pequeña parte del fenómeno en cuestión. Ni siquiera considerarlo en sentido más amplio -de acuerdo con la concepción de Freud– como instrumento fundamentalmente médico para curar las neurosis agota la esencia del objeto.

EL PSICOANÁLISIS NO ES SÓLO UN ESFUERZO CIENTÍFICO, SINO SOBRE TODO UN SIGNIFICATIVO SÍNTOMA PSÍQUICO DE FREUD

El psicoanálisis, sobre todo en el estricto sentido freudiano, no es sólo un método terapéutico, sino también una teoría psicológica que no se limita en absoluto a las neurosis y a la psicopatología general, sino que trata también de incorporar a su dominio el fenómeno normal de los sueños y, más allá, el extenso ámbito de las ciencias del espíritu: la literatura, las artes plásticas en general, la biografía, la mitología, el folklore, la ciencia comparada de las religiones y la filosofía.

La cabeza estalla, por Dalí.

Caso infrecuente en la historia de la ciencia -aunque eso forme parte del peculiar carácter de la corriente intelectual «psicoanalítica»-, Freud, el creador del psicoanálisis en sentido estricto, insiste en identificar el método con su teoría sexual, imprimiéndole un carácter dogmático. Esta declaración de infalibilidad «científica» provocó en su día mi ruptura con Freud, pues dogma y ciencia son para mí magnitudes inconmensurables que se dañan recíprocamente al fusionarse.

El dogma religioso es de valor inestimable precisamente por su punto de vista absoluto. Pero la ciencia, si prescinde de la crítica y del escepticismo, degenera en una planta de invernadero enfermiza. La ciencia requiere la máxima inseguridad como uno de sus elementos vitales, precisamente allí donde nuestra inclinación al dogma, y con él a la intolerancia y al fanatismo, clausura una duda probablemente muy justificada, eliminándose con argumentaciones una inseguridad demasiado fundada. (más…)

Paraísos artificiales

«Ganar el paraíso de un golpe. ¡Ay!, los vicios del hombre, por más horrorosos que los supongamos, contienen la prueba (¡aunque ésta no fuera otra que su infinita expansión!) de su gusto por el infinito; sólo que es un gusto que se equivoca a menudo de ruta. En esta depravación del sentido del infinito es donde yace, en mi opinión, la razón de todos los excesos culpables, desde la embriaguez solitaria y concentrada del literato que, obligado a buscar en el opio, alivio a un dolor físico y descubriendo así una fuente de goces mórbidos, la convierte lentamente en su único alimento y en una especie de sol de su vida espiritual, hasta la borrachera más repugnante de los suburbios que, con el cerebro lleno de ardor y gloria, se revuelca ridículamente en las inmundicias del camino. Todo hombre que no acepte las condiciones de la vida vende su alma. El hombre ha querido ser Dios, y ahí lo tenemos, caído, en virtud de una ley moral incontrolable, más bajo que su naturaleza real. Es un alma que se vende al detalle».

* * * * * *

Ganar el paraíso de un golpe. ¡Ay!, los vicios del hombre, por más horrorosos que los supongamos, contienen la prueba (¡aunque ésta no fuera otra que su infinita expansión!) de su gusto por el infinito; sólo que es un gusto que se equivoca a menudo de ruta.

SENTIDO DEPRAVADO DEL INFINITO

El hombre ha querido, pues, crear, el paraíso mediante la farmacia, mediante las bebidas fermentadas, como un maníaco que reemplazara muebles sólidos y jardines reales por decorados pintados en tela y montados sobre bastidores.

Los borrachos, de Velázquez (1.599-1.660)

En esta depravación del sentido del infinito es donde yace, en mi opinión, la razón de todos los excesos culpables, desde la embriaguez solitaria y concentrada del literato que, obligado a buscar en el opio, alivio a un dolor físico y descubriendo así una fuente de goces mórbidos, la convierte lentamente en su único alimento y en una especie de sol de su vida espiritual, hasta la borrachera más repugnante de los suburbios que, con el cerebro lleno de ardor y gloria, se revuelca ridículamente en las inmundicias del camino.

(más…)

Free T-Mobile Phones on Sale | Thanks to CD Rates, Best New Business and Registry Software